Antes de nada, debemos
asegurarnos de que has escogido un buen lugar para bañar a tu perro, en el que
se sienta cómodo y al que podamos acceder nosotros fácilmente.
En caso de tener la posibilidad de bañar a tu perro al aire libre…¡CUIDADO! Una
vez esté limpio tratará de frotarse contra todo lo que encuentre a su paso
hasta estar seco del todo.
Si lo vamos a bañar en casa, hay que ser precavidos, una vez esté limpio pero
todavía mojado estará sacudiéndose constantemente salpicando así todo lo que
encuentre a su paso.
Si conseguimos que nuestro
perro vea el baño como una experiencia placentera para él, sin lugar a dudas
nos quitaremos un “problema” de cara al futuro!
Dicho esto…¡entremos en
materia!
Utensilios
necesarios
o
Collar y correa.
Fundamentales para mantener al perro quieto en caso de que no le parezca nada
agradable la experiencia. Son utensilios que se van a mojar, por lo que es
necesario que el material del que están hechos lo soporte.
o
Cepillo. Es
bueno utilizar cepillos para extender bien el champú por todo el manto de
nuestro perro.
o
Champú para perros. Es muy
importante la elección de un buen champú para nuestro perro. Cada raza tiene un
pelo diferente, más o menos denso, largo o corto y la textura también varía
mucho. Es beneficioso para el pelaje del perro utilizar productos que limpien
el pelo y la piel sin quitar los aceites naturales que poseen. No se debe
utilizar nunca champú para personas.
o
Toallas.
¡Al agua…perros!
Una vez está todo claro, y
tenemos todo lo necesario preparado…no queda otra que empezar. Vayamos punto
por punto:
1. El
primer paso es empezar a mojar a nuestro can poco a poco, con agua
templada, ni fría ni caliente. Lo ideal es hacerlo desde el cuello hasta la
cola, evitando mojarle la cara de primeras.
2. Aplicar
el champú. La cantidad de champú a utilizar varía en función del tamaño
del perro. Cuidado con pasarse con la cantidad de champú, nos costará mucho
aclararlo. Lo ideal es aplicarlo mientras masajeas su cuerpo, de esta
manera disfrutará mientras lo bañamos.
3. Hay
ciertas zonas muy delicadas con las que tenemos que tener cuidado:
en ojos, oidos y glándulas anales debemos evitar el contacto con el jabón. Es
recomendable limpiar estas zonas con un algodón húmedo.
4. Una vez
nos hemos asegurado de que está limpio y hemos extendido el champú por todo su
cuerpo, debemos aclarar hasta que veamos que el pelaje queda
libre completamente de champú. Es importante asegurarse bien de que no dejamos
restos de champú, ya que pueden provocar irritaciones en su piel.
5. Después
de la experiencia (esperemos que no haya sido muy complicada ni para nosotros
ni para nuestro can, dejemos que disfrute del mejor momento para él…¡SACUDIRSE! Cuando los perros están mojados, sienten la necesidad de sacudirse
de inmediato. Una vez lo haya hecho, podemos secarlo con una toalla o incluso
si se deja con un secador (siempre y cuando no utilicemos el aire caliente,
sino la temperatura normal).
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