Vida exterior

ALGUNOS PERROS, POR SUS CARACTERÍSTICAS RACIALES, PREFIEREN LA VIDA EN EXTERIOR A LAS COMODIDADES DE LA CASA Y EL SOFÁ.

OTRAS VECES SON LOS DUEÑOS, QUIENES, POR DISTINTOS MOTIVOS, PREFIEREN UBICAR A SUS MASCOTAS PERMANENTEMENTE O DURANTE ALGUNAS HORAS AL DÍA EN EL JARDÍN.

La domesticación del perro es un hecho indiscutible y por lo tanto, incluso el más independiente y el más arisco, el más resistente y el más rústico, necesitan de ciertas comodidades para aceptar y soportar la vida en exterior, sin que ello cause mella en su salud y su comportamiento.

Razas denominadas de trabajo y muchas de esas otras grandes o gigantes necesitan de espacio al aire libre para dar lo mejor de sí mismos; es responsabilidad del propietario satisfacer esas necesidades para asegurarle una óptima calidad de vida.

Y así, lo primero que hay que decidir es dónde ubicar el recinto en el que perro hará gran parte de su vida, cuando deba de  vivir en el exterior, qué dimensiones debe tener y cómo debe ser construido.

Hoy en día el mercado ofrece muchas alternativas, como por ejemplo casetas prefabricadas en distintos materiales, de distintos tamaños estándar que se adaptan a las necesidades y características de cada animal, al clima de cada región y también a los gustos del que las adquiere. Y asimismo ofrece vallados con o sin puerta, de más o menos altura y de más o menos resistencia, grosor, etc.,  que pueden adquirirse por metros cuadrados y que simplifican la construcción de caniles de unas u otras dimensiones.

Lo importante es planificar todo lo relativo a las necesidades del perro o de los perros, antes de lanzarse a la aventura de adquirir o fabricarse uno mismo la caseta o el canil del animal, de tal manera que luego no haya que arrepentirse de haber invertido mal el dinero empleado en tal menester y sobretodo tener en cuenta una serie de parámetros esenciales para ofrecer a sujeto en cuestión la necesaria protección frente a la intemperie (frío, lluvia, nieve, viento, calor y solana), frente a los parásitos (ciertos materiales son más propensos que otros a su proliferación) y al propio tiempo evitar que el can pueda escapar del recinto, hacerse daño, o pelearse con otro congénere con el que no tenga una especial “sintonía”.

LA CASETA IDEAL

• Si es construida por uno mismo, deberá fabricarse con doble pared de ladrillo y contará con una cámara de aire intermedia; el techo preferentemente será construido de tal manera que al menos una mitad sea abatible (practicable) para poder limpiar adecuadamente el interior de toda la caseta una vez a la semana.
• En el caso de perros de razas gigantes, puede optarse por construir la caseta con 1,80 m de altura, de modo que el cuidador pueda acceder fácilmente al interior para su limpieza, tantas veces cuantas sea necesario y construir un techo fijo.
• El pavimento será de cemento, ligeramente inclinado hacia la puerta que da acceso al exterior, para propiciar la adecuada evacuación de líquidos y contará con una elevación de al menos 10 cm sobre la superficie del suelo, que se rellenará con grava de distintos grosores, de modo que se evite la humedad (por capilaridad).
• Sobre el cemento, en la parte más profunda de la caseta, y más alejada de la puerta, se colocará un lecho, bien de madera o mejor de PVC, por ser más resistente a mordeduras, que contará con unas patas de 2-3 cm.
• Se recomienda, además que la puerta de acceso no sea excesivamente grande (la medida excederá en 5 cm la altura a la cruz del animal que haya de habitarla, y en 10 cm la anchura de este) y que no esté colocada en el centro de la pared, sino en el lateral..
• Lo ideal será que cuente, además con un tabique interior, a modo de cortavientos, que divida la caseta en dos.
• La orientación deberá ser siempre a sur.
• Sería ideal construir, alrededor de todo el perímetro de la caseta, una acera de medio metro de ancho, ligeramente inclinada para evacuar el agua de lluvia y evitar así la proliferación de la humedad sobre las paredes.
• Es importante que en el exterior de la misma se ubiquen un par de frondosos árboles de hoja caduca y crecimiento rápido (la catalpa tiene la ventaja de que aleja los mosquitos y sus hojas no son tóxicas por ingesta), que ofrezcan refrescante sombra en verano y no impidan el paso de los incipientes rayos de sol en la época invernal.
• El recinto se rodeará de una zona de césped resistente, donde el animal pueda tumbarse cómodamente, y el resto se cubrirá de gravilla en capas sucesivas de distinto grosor (más gruesas cuanto más superficiales) para permitir la adecuada evacuación de orines y la fácil retirada de las heces y evitar los malos olores.
• En su perímetro se colocará un vallado resistente, que idealmente será de ladrillo hasta unos 50 cm de altura sobre el que se colocará una malla metálica de 1-1,50 cm de altura, con una puerta de acceso también metálica y perfectamente resistente en uno de los laterales.
• La zona acotada deberá ser como mínimo de 25-30m2 para un perro de talla gigante (tipo Mastín) y de 18-20 m2 para un perro de talla mediana-grande (tipo Pastor), de manera que pueda moverse con facilidad.
• Lo ideal es rodear toda el área del canil, en su parte exterior de plantas aromáticas (salvia, lavanda, tomillo, incienso, que ahuyentan los insectos voladores, las pulgas y las garrapatas).
• Y asimismo colocar, dos o tres puntos de luz (a los que no pueda acceder el perro) a unos 50 cm de altura del suelo, en lo que colocar bombillas amarillas repelentes de mosquitos, que se encenderán desde el crepúsculo hasta el amanecer (con sensores de luz automáticos), durante los meses de marzo a noviembre, para evitar las picaduras de flebótomos vectores de Leishmaniasis y otros mosquitos vectores de Filariasis.

CASETAS PRE-FABRICADAS

Si se opta por adquirir casetas prefabricadas deberá tenerse en cuenta lo siguiente:

Si son de material plástico, habrán de:

• Estar fabricadas en material infiltrado de nitrógeno, para asegurar su máxima fortaleza, durabilidad y resistencia a la humedad y al paso del tiempo
• Contar con un óptimo aislamiento estructural (más calientes en invierno y frescas en verano)
• Estar fabricadas en material no poroso, para evitar que las pulgas y otros parásitos aniden en la caseta
  Ser fáciles de lavar, con desagües en la base
• Permitir la óptima circulación de aire
• Contar con techos practicables para facilitar la limpieza del interior o, en su defecto, ser fácilmente desmontables, contando con un sistema de pestillos a presión que permitan abrirla y cerrarla con rapidez
• Contar un diseño aerodinámico que ofrezca máxima resistencia al viento para que no se muevan en ninguna circunstancia.

Si son de madera, habrán de:

• Estar fabricadas en madera machihembrada de 17-21 mm de espesor, tratada y barnizada
• Contar con techo hidrófugo, estando este cubierto con tela asfáltica mineralizada; preferentemente el techo será abatible para facilitar la limpieza interior
• Contar con perfilería metálica de aluminio anodizado, bordeando el tejado, la puerta y los ángulos exteriores para evitar que el animal pueda morder las zonas sobresalientes (importante, en caso contrario, nos durara muy poco la caseta)
• Tener la base elevada unos 10-12 cm del suelo, perfectamente aislada y fabricada en material hidrófugo para evitar la humedad
• Estar dotados de cortavientos en la zona interior, con la puerta colocada en un lateral del frente, o, en su defecto contar con una cortinilla trasparente de PVC que evite la entrada del frío, el viento y la lluvia.