Por lo general, los perros adultos se adaptan
rápidamente a su nuevo hogar
y a su nueva familia.
No es cierto que les cueste mucho más aprender. Ni la edad, ni las experiencias traumáticas del perro, ni su anterior vida conocida o no, son
impedimentos para que el perro se adapte bien a su nueva familia.
El cambio de hábitat produce inicialmente desorientación, ansiedad y estrés
al perro adulto. Los primeros días se encuentra desubicado y extraño;
en definitiva,necesita
un período de adaptación.
Va
a pasar los primeros días reconociendo su nuevo territorio, las estancias,
la
zona por donde salís a pasear… olfateándolo todo y manteniéndose a
la expectativa.
Si apreciáis que está distante, no quiere decir que el perro esté triste, ni
que
sea un perro aburrido, ni tímido, ni poco cariñoso, simplemente se está
aclimatando a su nuevo hogar y a su nueva familia. En una semana o dos estará
adaptado y la mayoría de veces, sin problema alguno.
Durante las primeras semanas, observa sus reacciones hacia todo lo que le
rodea (personas, animales, ruidos, coches, niños, gatos, palos de escoba o
bastones de ancianos, otros perros…) Es fundamental para deducir si tiene
miedos,
fobias, algo de dominancia, si le produce ansiedad quedarse solo en
casa, o
algún otro problemilla.
VENTAJAS:
Sabemos perfectamente el carácter del perro, en el centro os informaremos del perro que más se adapta a vuestro hogar.
Sabemos perfectamente su estatura y tamaño definitivo, sin llevarnos sorpresas más adelante.
Ya
han madurado y asimilan con más rapidez todo lo que se les enseña en el proceso de su educación.
La adaptación de los perros adultos
adoptados, (de un año en adelante),es muy rápida y
fácil.
Evitamos los destrozos lógicos de adoptar a un cachorro que necesita juguetear y aprender a hacer sus necesidades fuera de casa.
El perro se adapta rápidamente a su nueva vida y adquiere en poco tiempo
las costumbres de su nuevo hogar, así como las normas de disciplina
básicas,
como hacer las necesidades en la calle, por ejemplo.
Las familias consultadas coinciden en afirmar que la
capacidad de agradecimiento y cariño de sus nuevos compañeros es enorme y su educación bastante más fácil que la de un cachorro.
Nuestra experiencia un perro adulto "se hace", es decir, se amolda perfectamente a la vida con sus nuevos dueños, a sus hábitos y
reglas, mostrando además, si ha
sido adoptado tras un abandono, un amor y fidelidad sin
límites.
El aprendizaje del perro
va ligado al instinto de juego y no pierde dicho instinto hasta muy avanzada edad, por lo que la adopción de un perro nunca deberá
supeditarse a los años que tenga; en la adopción debemos
guiarnos por el carácter del perro y su adecuación a nuestro estilo de vida.
Los cuerpos especiales de seguridad
(policía y bomberos) y las organizaciones de invidentes y minusválidos
prefieren para el adiestramiento del perro el periodo comprendido entre uno y
tres años de edad, por ser la etapa en la que son más receptivos a la
disciplina y aprendizaje de conductas. Se trata de entrenamientos
especializados: los animales tienen que aprender a realizar su trabajo
(rescates, defensa, apoyo a ciegos, etc.) de forma correcta y sin dudas.
Al adoptar un perro adulto, encontraremos al compañero más fiel, leal y noble que jamás hayamos imaginado. Le daremos la gran
oportunidad de pasar el resto de su vida en una familia y tendremos la gran
ventaja de poder salvar la vida de otro, en un tiempo más
corto, con la gran satisfacción de saber que gracias a nuestra adopción, en
caso de que tengan edad muy avanzada, nuestro compañero ha pasado los mejores
años de su vida gracias a nuestra loable acción de adoptar.
Lo más
importante, un amigo es un amigo y !!! UN AMIGO NO SE
COMPRA!!!
LA LLEGADA A CASA
Ten decididos los espacios donde va a comer y dormir.
Si va a dormir dentro de casa: será suficiente con un manta, un cojín
o una cama. Ubícalo en un espacio tranquilo y alejado de los lugares de paso.
Si va a dormir fuera de casa: Proporciónale una caseta aislante en un lugar
cubierto para que esté más protegido de la lluvia y del frío.
Decide los horarios de
paseo con el resto de la familia. Edúcale para que haga pipí y caca en la calle.
Limpia el lugar donde orina y defeca. Para su desinfección emplea un buen
anti bacterias y un chorrito de vinagre para eliminar cualquier rastro
olfativo anterior.
Puedes cambiarle el
nombre que tenía en el centro de acogida.
Ten cuidado con los cables, los enchufes, los productos de limpieza y las
plantas que
le puedan ser tóxicas.
ALIMENTACIÓN
Tu perro puede sufrir trastornos gastrointestinales debido al nerviosismo provocado
por el cambio de casa. Es probable que no quiera comer los tres o cuatro
primeros días, es totalmente normal.
¿QUE TIENES QUE HACER?
Ponle la misma comida que le daban en el refugio. No le des comida
“humana”.
¿COMO CAMBIO EL TIPO DE PIENSO?
No hagas
el cambio de pienso de manera radical.
A la semana introduce, poco a poco, el nuevo pienso mezclado con el actual.
Progresivamente, ve aumentando la cantidad del nuevo pienso y reduciendo la cantidad del anterior.
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